Palmira Guanacaste Costa Rica.

 

País: Costa Rica.

Historia:El caballo Iberoamericano se ha constituido como una raza producto del cruce entre un caballo Pura Raza Española y una yegua Costarricense de Paso o un caballo Costarricense de Paso con una yegua Pura Raza Española

Historia: Descendiente lejano del Berberisco a través de caballos de poca altura y livianas, traídos al país durante la Conquista. Por el trabajo que debían desempeñar eran animales de mucho coraje que pudieran soportar la adversa topografía y un clima difícil. Luego en la primeras décadas del siglo XIX se realizan cruces con caballos españoles y peruanos para dar un realce a los andares de la raza y posteriormente se mantiene una selección dentro de la yeguada nacional. Su registro se inicia a partir de 1972.

La doma clásica exige que tanto el jinete como el caballo se conviertan en atletas. Como en cualquier programa de puesta en forma, es necesario contar con una guía que muestre cómo realizar

el entrenamiento, qué ejercicios son necesarios y la manera, paso a paso, de llevarlos a cabo

Al principio de la historia de la relación hombre – caballo, el equino fue el medio de transporte terrestre por excelencia y un medio de trabajo vital

Por eso el caballo fue traído de Europa a América por los españoles, quienes sabían que este era el animal necesario para conquistar las nuevas tierras. América también se enamoró del caballo y el romance se manifestó hasta en la música.

El tope no siempre fue así como se realiza en Costa Rica, es más, no nació aquí, sino en España, pero entonces los caballistas hacían una cabalgata para ir a topar a los toros, que luego serían lidiados en el redondel.

La tradición de los topes en nuestro país es sin duda una fiesta que se conserva todavía con gran arraigo; no hay pueblo o ciudad que no se precie de tener su buen tope.

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Ya sea en zonas rurales muy alejadas o en sitios cercanos a las ciudades, los criadores de caballos se esmeran en un trabajo que requiere de esfuerzo, entregar y mucho cariño.